La oración en el momento actual: instrumento para la paz interior

La oración es un tesoro precioso para ponerse en contacto con los códigos de luz. La Virgen María nos instruye, en el mensaje del 12 de noviembre de 2016, que este acto de amor será «el escudo y, al mismo tiempo, el remedio espiritual contra todas las infecciones mentales, psíquicas y emocionales». Es capaz de generar un equilibrio lo suficientemente profundo y fuerte como para neutralizar incluso ciudades enteras. El silencio también es una forma de oración, y podemos ofrecer no solo el verbo, sino nuestro recogimiento para estar en Dios y en Él, servir y amar. El silencio buscado conscientemente es un medio de irradiar paz, eleva nuestros espíritus más allá de las dimensiones del conflicto y el caos y coloca a nuestro ser en un lugar seguro para dialogar con Dios.^[1] El sismólogo Thomas Lecocq señaló que el recuerdo experimentado hoy por una gran parte de la sociedad tiene un impacto directo en el nivel de ruido detectado por los dispositivos sismográficos: el propio suelo del planeta ha alcanzado niveles de silencio que llamaron la atención de los científicos. Las palabras de Thomas sobre el tema:

El ruido ambiental es más bajo, de 30% a 50%, y ahora podemos extraer información específica pequeña. Podemos escuchar el «hola» de la Tierra, con los terremotos … Creo que es la primera vez en la historia de la sismología que hemos sido testigos de tal caída en la energía sísmica generada por los humanos. Desde mi punto de vista personal, tenemos pruebas de que cuando todas las personas individualmente hacen lo mismo juntas, tenemos un fuerte impacto en el medio ambiente. Por lo tanto, puede ser la lección que podemos tomar, y reflexionar: que si nos unimos para hacer algo más, no solo contra este virus inmundo, sino algo para construir otras cosas positivas, puede ser que lo consigamos.^[2]

Busquemos así vivir positivamente este recogimiento mundial para profundizar nuestro estado de oración; y ofrezcamos nuestra sintonía no solo para la salud de las almas en este momento, sino también para el despertar y la alineación de cada ser con su núcleo superior, por los Reinos de la Naturaleza, por nuestro amado planeta. Así, siempre fortalecidos en Dios, viviendo la unión interna entre nosotros y los Mensajeros Divinos, permanezcamos atentos, firmes, alineados y en paz.

^[1]Así instruye a San José en el mensaje del jueves 2 de abril de 2020 ^[2] Le Diplomatique, https://diplomatique.org.br/com-a-quarentena-podemos-ouvir-o-alo-da-terra-diz-sismologista-belga/