Algunas experiencias de jóvenes de la Campaña Juventud por la Paz:
“En esos días cuando la vida cotidiana se detenía, el espacio para mi conexión diaria se expandía. Desde el comienzo de la cuarentena, comencé a rezar el rosario. Es hermoso porque mi madre y una vecina que hacía unos 10 años que no rezaban el rosario se unieron a mí. Comenzó a sentirse más tranquila, menos angustiada por la situación ”, revela Anahí Fernández Bollea, quien vive en Buenos Aires, Argentina.
Múltiples conexiones
“Participo en reuniones virtuales de oración, semanalmente. Hay otros momentos de conexión, por ejemplo: trato de poner una intención de curación y gratitud en la preparación de la comida ”, declara Daniel Dâmaso, de Belo Horizonte, Minas Gerais.
Daniel informa que la música es otra forma de conexión: «tocar un instrumento, cantar una canción, escuchar un mantra o música clásica, en resumen, el simple contacto con la música es un ejercicio muy rico». Para Mariana de Oliveira, de Pirassununga, São Paulo, escuchar música es también una forma de interiorización que trae paz interior.
Fortalecimiento de la fe
“Siento que estos momentos de conexión con lo Divino son los que me sostienen, los que me hace tener serenidad, los que mantiene mi fe y los que me acerca a la Jerarquía. Saber que cada oración es un grano de arena en el Plano Mayor le da un sentido a mi vida”, comparte Anahí.
Según Daniel, la importancia de la conexión es mantener una alta vibración, especialmente de lo psíquico. Una buena lectura y un poco de distancia de las noticias cargadas de negatividad contribuyen a mantener un estado positivo.
Transformaciones de la consciência
«Creo que esta experiencia extraordinaria que estamos viviendo y las cosas maravillosas que se observan en los reinos animal y vegetal están haciendo que muchas personas reflexionen sobre el impacto de la vida que llevamos y la necesidad real de cambiar nuestros hábitos de vida», reflexiona Anahí.
Daniel también comenta que “el planeta está respirando con este retiro. El aire y los ríos están más limpios con la disminución de automóviles en las calles y el cierre de muchas fábricas e industrias. El planeta había afirmado durante mucho tiempo que necesitaba respirar. Parece que ahora toda la humanidad se ha visto obligada a darle un descanso a la naturaleza. Por la mañana, cuando me levanto y veo el sol y el horizonte, siento que el aire es diferente, parece que el planeta se está renovando”.
Estos son tiempos de posibilidades de cambios profundos en la consciencia de la humanidad hacia la fraternidad y la armonía con la naturaleza.
