MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FLORIANÓPOLIS, SC, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS
Hijos,
En estos tiempos de caos, la necesidad de vivir el amor y la paz unirá religiones y culturas, razas, pueblos y corazones para proclamar la victoria de la Luz.
En los más jóvenes se gesta el espíritu del ecumenismo, porque aquellos que llegan al mundo em estos tiempos tienen la misión de vivir la unidad con el prójimo y de todos con Dios, para que, desde esa unión de las criaturas con el Criador, la ilusión de disuelva, los velos caigan de los ojos humanos y el tiempo del Universo se una al tiempo de la Tierra, trayendo a la consciencia humana la veracidad de la vida superior.
Al no haber cultivado un camino de oración y de comunión con Dios, muchas veces la misión ecuménica de los jóvenes de hoy se confunde con las experiencias que hacen por diferentes vías de perdición en los abismos del mundo, creyendo que están abriendo sus consciencias hacia la nuevo.
Los errores y la rigidez del pasado, propios de la lapidación de la consciencia humana de aquella época, apartaron muchos corazones de Dios. Y ahora, hijos, llegó el momento de que los más jóvenes puedan despertar a la vida del espíritu y, para que eso suceda aquellos que están adormecidos y confundidos necesitan el ejemplo de los que ya despertaron. Es por este motivo que les pedimos que los propios jóvenes impulsen a los otros.
Con el tiempo, la propia energía espiritual hará que crezcan, maduren y se vuelvan verdadeiros instrumentos de Dios. La vida espiritual es muy amplia e infinita y, tan grande es la ignorância humana en relación a esa vida, que aquellos que se decidan a caminar jamás vivirán el tedio o el desánimo, porque siempre tendrán algo nuevo para vivir.
En estos tiempos, hijos, la humanidad necesita salir de un patrón degradado de consciencia para dar al menos los primeros pasos en la vida consagrada al Propósito divino y, de a poco, instituir los principios de la nueva humanidad.
Confíen en que en los más jóvenes se encuentra esa posibilidad, independientemente de sus apariencias, pues la apariencia es fruto de la ilusión en la cual aún viven las criaturas de forma superficial. La Verdad solo se hace visible cuando el espíritu despierta. Hasta entonces, hijos, deben intentar contemplar la esencia de los seres y no lo que ellos aparentan ser.
Mi Corazón hoy agradece el impulso recibido por todos los jóvenes que aceptaron internamente vivir el despertar. Como Padre y Compañero de todos, los guiaré y estaré siempre al lado de cada uno.
Los bendigo hoy y siempre.
San José Castísimo