MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS
Que despierten los jóvenes de la Tierra, trascendiendo los viejos patrones humanos y reconociendo su identidad universal.
Que despierten al amor y a la unidad con Dios, encontrando un sentido para la propia existencia.
Que despierten los jóvenes de la Tierra, renunciando a los placeres y a las superficialidades del
mundo, para que experimenten el verdadero júbilo, que es celestial. Que despierten a la misión que hace eones de tiempo, en el Cosmos, se comprometieron a cumplir.
Que despierten los precursores del nuevo mundo, aquellos que no medirán esfuerzos para hacer triunfar el bien y que con sus ejemplos convertirán y despertarán a los nuevos espíritus. Que despierten aquellos que, en el ímpetu de su juventud, romperán barreras y borrarán fronteras, reconociendo la unidad que existe entre todas las criaturas de Dios.
Que despierten los jóvenes de la Tierra a una vida superior, al amor al Cosmos y al Plan del Creador. Que reconozcan que este tiempo es definitivo y caminen sin miedo hacia el establecimiento de la paz.
Que despierten aquellos que imitarán el ejemplo de Cristo y unirán culturas, credos, razas, naciones, lenguas y religiones con un único propósito: establecer la paz y manifestar un nuevo mundo.
Que despierten aquellos que unirán los tiempos, que abrirán las puertas de la Tierra para nuevas leyes y rayos universales, que retirarán los velos de la consciencia humana y que disolverán su ceguera, permitiéndole reconocer la verdadera luz.
Que despierten los hijos del Nuevo Hombre, aquellos que en la historia universal serán conocidos como los que trascendieron los viejos patrones por medio del amor, los que vencieron a la oscuridad con la luz de la propia esencia y los que manifestaron el Propósito Divino, llevando hacia el Universo, hacia la Tierra redimida, una civilización de nuevos Cristos.
Que despierten aquellos que no temerán dar los pasos que el Creador espera y vivir lo que hoy parece imposible para la humanidad; aquellos que viviendo el amor y la unidad, permitirán que el Cristo, que fue su ejemplo, siga Su evolución y trascienda la vida material, mental y espiritual, para llegar a ser la Vida que todo lo habita, en los universos sublimes, en la Consciencia del Padre.
Que despierten los jóvenes de la Tierra: los jóvenes de cuerpo, mente, corazón y espíritu.
Que despierten todos aquellos que esperan representar a lo Nuevo.
Su Padre y Compañero, San José Castísimo